Artes Diabólicas

Magia

 

La Magia es un arte antiquísimo, mediante el cual se realizan hechos fuera de lo normal, generalmente con ayuda de las Fuerzas de la Naturaleza, de los espíritus, o bien de las potencias infernales. Este arte se funda en una ciencia, la cual consta de cuatro partes:

 

1. La Kabalah, de origen hebreo;

2. La Astrología, de origen griego;

3. La Alquimia, de origen árabe;

4. La Magia, de origen desconocido.

 

Según la Tradición, la Magia fue inventada por los persas, la Alquimia por los egipcios, la Astrología por los caldeos, y la Kabalah por los judíos.
Se distinguen cuatro tipos de magia:

 

- Magia Negra o Goecia;

- Magia Blanca o Natural;

- Magia Celestial o Astrología Judiciaria;

- Magia Ceremonial.

 

Magia Negra: Este tipo de Magia se ejerce con el fin de dañar a una persona, o para satisfacer vicios y pasiones, operando con la ayuda de los demonios, la cual se obtiene mediante el comercio con ellos. La Goecia es la antítesis de la Teurgia (Magia Blanca o Divina), todo cuanto se hace, practica, compromete o resulta de ella, tiene su contraposición, paradójicamente paralela, en aquélla. La Magia Negra es practicada por los taumaturgos que se entregan al mal, ejecutada por los descendientes de Caín, se basa en el daño al prójimo y por lo tanto enseña a relacionarse con fuerzas diabólicas que les permiten operar en la ignominia.

Una tradición relata que Dios mandó a un grupo de ángeles para supervisar las cosas de la Tierra; sin embargo, estos seres, en número de 200 y bajo las órdenes de Azazel, se dejaron seducir por la belleza de las mujeres y se deslizaron a escondidas por el monte Herman donde se unieron con las hijas de Loth, engendrando luego gigantes que se dedicarían a tiranizar al género humano. Estos ángeles rebelaron a sus amantes todos los secretos del Cielo, y le dieron a conocer el pecado. Como consecuencia de esto, Dios ordena al ángel Rafael arrojar a Azazel y sus compañeros a una caverna y encaminar a la verdad las revelaciones mágico-diabólicas; así, para reparar el mal causado por la enseñanza a la humanidad de la Magia Negra y la Brujería, inculcó a servirse del conocimiento, hasta entonces prohibido, para poder alcanzar la verdadera luz.

 

Satanismo

 

Se llama así a la práctica de los brujos hechiceros o magos negros. Cuando la Inquisición estaba actuando con energía, los rebeldes apelaron a las potencias infernales en busca de protección; el Satanismo resultó así efecto del terror inquisitorial, los sospechosos invocaban a su contradios, a su anticristo, recurrían a contrasacramentos; comenzaron a perpetrarse sacrilegios, profanaciones, etc.

En las ceremonias satánicas, una mujer, generalmente prostituta, se tendía desnuda sobre el altar y el celebrante, sobre su cuerpo, consagraba inmundicias humanas; los asistentes al rito se desnudaban y se entregaban a prácticas sadomasoquistas y convertían la reunión en una estremecedora orgía.

Una de las más extendidas prácticas satánicas eran las Misas Negras, ceremonias demoníacas donde se cometían toda clase de abusos y crímenes de niños, y en las cuales se profanaba y ridiculizaba el ritual de los oficios divinos y se invertía la liturgia católica.

Se auspiciaba en lugares escondidos y secretos y no era con carácter de culto al diablo.

 

Sabbat

 

(= Sábado) Tiene su orígenes en las fiestas Sabacias o misterios Sabáticos, dedicados al dios frigio Sabacio, equivalente en Grecia y Roma a Dionisos y Baco respectivamente, y que consistían en degeneraciones y orgías desenfrenadas.

En la noche, se desarrolla el Sabbat o Gran Sabbat, que solía llevarse a cabo cerca de lugares desiertos, en los bosques o junto a un lago, y en el que participaban los brujos de cada país. Cuando, por el contrario, se tenían citas de cada una de las congregaciones o de pequeñas aldeas, la reunión se llamaba Esbat o pequeño Sabbat y podía tener lugar en un edificio o al aire libre.

Tanto el Sabbat como el Esbat, además de danzas, rituales y banquetes, se trataban cuestiones organizativas, relaciones de encantamientos y maleficios, intercambio de secretos y experiencias.

El Sabbat se encuentra relacionado con el Aquelarre, en sus ritos y finalidades, pero el primero es de mayor importancia y en ocasión especial.

 

Aquelarre

 

(Del vasco aquer, "cabrón", y larre, "prado": 'Prado del Macho Cabrío') Son las reuniones de brujos y brujas con el fin de venerar a Satán, comunicarse sus fechorías, recibir del diablo nuevas´instrucciones y entregarse a excesos lujuriosos.

Las más extensas descripciones de estas ceremonias corresponden a los siglos XVI y XVII. Los asistentes al Aquelarre se trasladaban montados sobre una escoba o en animales; llegada la hora del encuentro, reconocible por determinados "signos" que el demonio enviaba a sus fieles, se reunían en el lugar previamente elegido.

El diablo los esperaba sentado sobre un altar negro, bajo la figura de cabrón o de hombre con un par de cuernos divididos por un hachón encendido; otras veces estaba transformado en un lebrel, en un toro de largos cuernos, un tronco, un bello hombre negro o rojo, o en un carnero blanco que al término de la ceremonia se desvanecía entre las llamas dejando una ceniza preciosa de la que los brujos obtendrían filtros o polvos para sortilegios.

En sustitución de Satán, no siempre disponible, dirigía la fiesta el Gran Negro o Maestro, también llamado Maese Leonardo; a la derecha del diablo, en un trono de plata, se sentaba la Reina del Sabbat, la bruja más bella, Directora Oculta de la ceremonia. Una vez realizado el exámen de los signos distintivos de los concurrentes, se pasaba al homenaje al diablo: Era entonado el canto oficial en el que se renegaba a Dios, los santos y la Virgen.

Los nuevos adeptos firmaban el Libro Negro de la Muerte y recibían los estigmas diabólicos; después se celebraba la Misa Negra, parodia de la misa cristiana, en la que la sacerdotisa consagraba hostias negras sobre el cuerpo desnudo de una mujer, destinada al altar para la ocasión, y rodeada de cruces invertidas, candelabros y adornos negros. En lugar de la Eucaristía se desarrollaba un suntuoso banquete que presagiaba la frenética danza final; cada uno se sentaba de acuerdo a un orden jerárquico, se maldecía el alimento (en honor a Satán) y se pasaba al banquete. Después llegaba el turno de la danza, en un ritmo apremiante y trastornado... Al final, todo terminaba en el éxtasis orgiástico.

Algunas veces se hablaba de Aquelarres diarios, otras, lo referían a una vez por semana o lapsos más prolongados, no obstante, las fechas especiales eran:

 

Febrero, 2; "La Candelaria", transformación de las fiestas lupercales en honor del dios Pan.

Marzo, 21; Equinoccio de Primavera.

Abril, 4; "Noche de Walpurgis", fecha sacra relativa al nacimiento  de la Primavera y al culto de la fecundidad. Esta noche la Magia Blanca no puede contraponerse a la Magia Negra.

Agosto, 1; "Lammas", antigua fiesta de la cosecha y del Sol unido a la mágica Luna de Agosto.

Octubre, 31; "Víspera de Todos los Santos", día dedicado por los romanos a los Lémures.

Diciembre, 21; la noche más larga del año.

 

El día fortuito es el 23 de Junio, "Vigilia de san Juan", en el cual el mal resulta totalmente impotente.

Entre los lugares clásicos y más importantes, figuran:

 

Monte de Venus, en Sicilia o Liguria, Italia;

Blocksberg, en Harz, Alemania;

Tonale, en los Alpes Orientales;

Melibäus, en Brunswich;

Briany, en la Costa de Oro francesa;

Puy de Dôme, en Francia;

Chamblay, en el Jura;

Carignan, en las Ardenas;

Berroscobero, entre Urdax y Zugarramurdi, en Navarra;

Gardeny, en Lérida;

Catioroc, en Guernsey;

Coira, en Galicia;

Birtten, cerca de los dominios catalanes e itálicos;

Murat, en Cantal;

Zabern, Kopastatö y Vaspaku, en Hungría;

Selva Negra;

Nogal de Benevento;

Ribordone, llano en el Piamonte ("Llano de las Brujas").

A menudo se hospiciaban las Misas del Diablo luego del Aquelarre, que no son las Misas Negras, pues las primeras son oficiadas por el demonio mismo.

 

Misa Negra

 

Se desarrolló casi simultáneamente al Sabbat, incluyendo algunos ritos análogos: Se encuentran entonces la hostia negra, los líquidos repelentes simulando agua bendita; no era necesario adorar al Cabrón, pero sí que los elementos sacros fueran deshonrados y sustituídos por accesorios innobles para que el rito fuese completo. La Misa Negra parodia a la cristiana, con rituales celebrados al revés.

El ceremonial imponía que la mujer que había ordenado la misa se extendiera desnuda sobre el altar: Su cuerpo debía estar en cruz - con los brazos abiertos -; a veces, tenía en cada mano un cirio negro. El celebrante subía al altar luego de haber sido sacrificado un niño, se recogía la sangre y el sacerdote comulgaba con la mitad de la hostia empapada en el cáliz, mientras que la otra mitad era insertada en el sexo de la mujer y después bañada en sangre; la ceremonia terminaba en una gran orgía.

Análoga a la Misa Negra era la famosa Misa de san Secaire: En ésta, el sacerdote debe buscar una iglesia en ruinas, o al menos desconsagrada; es preferible que esté habitada por murciélagos en las ruinas del campanario y en la nave, y bajo el altar debe vivir un sapo, instrumento sacramental de las brujas.

El sacerdote se traslada a la iglesia a las 11 de la noche y regula la duración de la misa, haciendo que finalice al expirar la medianoche; le asiste una mujer, generalmente su concubina. Las plegarias son recitadas al revés y los elementos de ofrenda son una hostia negra triangular y un cáliz lleno de agua, la misma debe ser recogida de un lugar profano y a continuación vertida en un recipiente en el que haya sido ahogado un niño no bautizado, cada vez que se tenga que hacer la señal de la cruz, se usará la mano izquierda en vez de la derecha.

Esta misa era una ceremonia con intenciones homicidas; este tipo de satanismo desapareció casi por completo en el siglo XV. Cuando una secta de brujos era descubierta, éstos cubrían o emparedaban secretamente sus objetos rituales y marcaban su sello o símbolo por todo el interior del cuarto y el edificio.

 

Pacto

 

El comercio con el diablo consiste en la Invocación, el Conjuro y el Pacto. Éste es un contrato entre el hombre y el demonio y puede ser de dos maneras, que los moralistas llaman pacto Explícito o Formal, y pacto Implícito. En lo que se refiere a la Antigüedad pagana no se habla del pacto Explícito.

Éste consiste en que el diablo se ha comprometido a venir en ayuda de los hombres y proporcionar a éstos el éxito a sus obras, siempre y en todo caso en que ellos, en determinadas condiciones pronuncien específicas palabras o fórmulas, o lleven a cabo concretas ceremonias; por lo tanto, cualquiera que, conociendo la ilicitud de lo que hace y con creencia en la eficacia de aquellas fórmulas o ceremonias, las realiza o pronuncia, se hace culpable de pacto implícito.

Por lo general, el convenio solía durar toda la vida; se firmaba con sangre, ésta a la vez era considerada como ofrenda al diablo. Se decía, además, que los pactantes perdían luego su sombra y su figura no se reflejaba en los espejos.

Los teólogos distinguían dos clases de pacto:

 

Professio Tacita (Pacto privado), que se realizaba por intermedio de una bruja y en el que el interesado se comprometía a honrar a Satán.

 

Professio Expresa (Pacto público o solemne), celebrado durante el Aquelarre; o bien, un pacto con Satán, firmado con sangre. Entre las consideraciones más destacables de estos actos, cabe mencionar:

El candidato niega a Dios, los sacramentos, etc.;
Recibía un segundo bautismo con un nuevo nombre secreto;
Juraba obediencia eterna al diablo, ofrendándole un trozo de su ropa;
Se incluía su nombre en el Libro de la Muerte;
Era marcado con la Señal del Diablo, zona del cuerpo insensible al dolor.

Algunas veces en el pacto se conviene que el diablo pactante ponga a disposición de la otra parte un demonio familiar, siendo para el hombre como un criado fiel y puntual; estos demonios reciben diversos nombres: Martinetes, Martínez, Magistrales, Mandrágoras. Suelen ser muy pequeños, y pueden asegurar a quien los posee la felicidad, el poder y la riqueza.

 

Hechicería

 

Se distinguen dos clases:

 

Práctica. Entran todos los encantamientos y los sortilegios usados para fines maléficos.

 

Ritual. Entran las concepciones religiosas y los ritos.

 

La Hechicería comprende el arte de preparar ungüentos mágicos, polvos y filtros para envenenar; además, trabaja con efigies de cera para daño físico; reconoce las hierbas especiales y las técnicas para obrar encantamientos. Las obras de magia en daño del prójimo se llaman Maleficios; se diferencian tres clases, a saber: Somnífico, Amatorio y Hostil. Generalmente, la hora más propicia para estas prácticas es el filo de la medianoche; el día más indicado, el Viernes; la fase más adecuada de la Luna, el Cuarto Menguante. En cuanto a los materiales empleados son, entre otros, gatos y gallinas negros, sesos de burro, carnero y perros negros, sapos, cuervos, ojos de animales, huevos de gallina negros o podridos, corazones de palomas negras, sangre de ranas, riñones de parturientas muertas, patas izquierdas, hígado de ruiseñores, paños de seda roja y negra, aceites, velas, dinero, hostias, sudores, pelo, excrementos, líquidos menstruales, hierbas, raíces, flores, piedras, valvas, estrellas marinas, polvos, esqueletos...

Los Filtros y los Hechizos forman parte de aquellos procedimientos mágicos que van incluidos bajo el nombre genérico de Maleficios; el filtro no es un procedimiento mágico en sí, pero forma parte de un conjunto de actos llamados Hechizos, para dominar a una persona.
 El hechizo puede ser de dos tipos: Directo o Indirecto, el primero comprende a los líquidos o polvos para suministrar a la persona a atacar; el segundo opera sobre un objeto al que se transfiere la personalidad de la víctima, al no ésta al alcance, tomando partes usadas por ella para actuar.
Diversos demonólogos han clasificado los distintos tipos de embrujamiento, estableciéndose siete clases diferentes de éstos:

 

- Infidelidad en el amor.

- Odio o recelos.

- Impotencia.

- Enfermedades.

- Muerte.

- Locura.

- Pérdidas, desgracias, desdicha.

 

Sus fines son clasificados dentro de dos grupos:

 

Sortilegios de amor - Para lograr la correspondencia amorosa. Estos sortilegios son llamados generalmente Filtros, y constituyen los preparados que suelen agregarse a las bebidas.

 

Sortilegios de enfermedad y muerte - Denominados Hechizos, directos (preparados mágicos), o indirectos (cabellos, uñas, etc.). Se encuentra el Vudú, el anudamiento, la putrefacción, el enclavijamiento, por medio del fuego, etc.

 

Entre los más destacados componentes vegetales para los preparados mágicos cabe mencionar:

 

Belladona. Llamada Hierba de las brujas, producía excitación y delirio y sus bayas fabricadas provocaban la muerte. De ella se hacían pomadas para convertirse en pájaros y volar por las noches.
Mandrágora. Reina de la Hechicería, sus raíces tenían una forma humanoide. Era un importante amuleto, si su raíz era arrancada directamente provocaba la muerte; para su utilización se empleaban los filtros afrodisíacos.
Estramonio. Llamado Hierba del Diablo, producían especie de locura, con visiones terribles y hasta una inconsciencia completa, durante la cual el sujeto podía delinquir sin conservar el menor recuerdo.
Beleño. Su raíz es tóxica y tiene propiedades narcóticas. Fue empleada para la preparación de ungüentos y bebidas alucinatorios; se suponía que quien ingiriese de ésta, tendría total sabiduría.
Cólquito. Generaba un terror profundo y horribles visiones, la infusión de sus hojas tenía una acción muy tóxica y la pomada hecha con él y extendida sobre el cuerpo podía provocar la muerte.
Cáñamo. Llamada también Cannabis Indica, de ella se extrae el Haschís, su uso continuo provocaba una locura homicida y sanguinaria.
Adormidera. El zumo que se le extrae es el Opio, es la principal droga de los filtros mágicos. Producía profundos sopores, alucinaciones, sueños, y sostenía la acción de otras drogas.
Teonacotl. Llamado Hongo adivinatorio, es originario de México, fue llevado a Europa y cultivado; de él se extrae una droga llamada Psilocibina, cuyas propiedades eran similares a las de la Mescalina y demás drogas alucinatorias. Estas drogas sacadas de los hongos recuerdan el rito del Hongo Sagrado, la Amanita Muscaria.
Prometea. De esta planta más la bilis de cuatro animales se obtenía una pócima del odio de nombre homónimo o también Misetra; al beberla y recitando al tiempo determinadas fórmulas mágicas, se despertaba el odio contra una persona.
Digital. Es venenosa y fue usada para hacer pócimas y bebedizos en los Aquelarres.
Acónito. Era uno de los venenos más conocidos en la Antigüedad. Provocaba un letargo profundo, aflojamiento y un paro cardíaco; esto crea la impresión de una caída en el vacío y puede dar la sensación de volar.
Guteil. Llamado "Gutil", es un muérdago de la encina, y se le atribuyen poderes mágicos. En Alsacia se lo llama Marentaken o sea "Arbusto de los Espectros".
Cicuta. La cicuta mayor es un veneno antiguo y conocido, uno de sus granos provoca la muerte, a veces inducía a un estado de excitación y delirio.
Aglaofotis. Hierba que crece en Arabia, comúnmente entre los mármoles, y que los magos usan para evocar a los demonios.
Bufotenina. No es un vegetal, ya que se encuentra en la piel del sapo; es sintetizada por este animal con la ingestión de hongos venenosos de los cuales se alimenta.
Verbena, se recoge en tiempo de vendimia; da amor y jovialidad
Sanguinaria, da ardor y vigor sexual.
Muérdago, no se corta nunca si no es con una lámina de oro.
Escabiosa Succusa, droga llamada "Mordisco del Diablo".
Cardo Mariano, droga alucinatoria.
Nenúfar, provee seguridad.
Acanto, da coraje.
Manzana Espinosa, da sensaciones de voluptuosidad.
Cincoenrama, infunde saber.
Mescalina, Droga extraída de la Belladona, daba visiones alucinatorias coloreadas.

Sauce, Provee de fuerza para expulsar a los espíritus.

 

La Hierba de San Juan, o Hypericum, expulsa diablos, su zumo era dado a las brujas para hacerlas confesar durante la tortura y era usado ya por los paganos.
El mejor tiempo para la cosecha de plantas y hierbas era del 23º al 29º día de la Luna.
Se distinguen tres clases diferentes de ungüentos, cada uno de ellos con específica composición:

 

- Los que provocan alucinaciones y sirven para ir a los Aquelarres (Acónito y grasa de niño).

 

- Los que permiten volar con una escoba (Belladona y sesos de gato).

 

-Los que hacen factible la transformación en un animal (Grasa de serpiente, topo, lobo, zorro y puercoespín, mezclados con sangre humana).

 

Artes Adivinatorias

 

Los griegos las llamaron con el nombre genérico de Apotelesmática. El diablo puso por medio de estas artes el conocimiento del porvenir al alcance de todas las fortunas y todos los entendimientos. Algunas de éstas son:

 

Mancias

 

Necromancia, Hidromancia, Lecanomancia, Gastromancia, Catoptromancia/ Haloscopia, Cristalomancia, Dactilomancia, Onicomancia, Coscinomancia, Aeromancia, Axinomancia, Cefalomancia/ Cefalonomancia, Cleidomancia, Nomancia, Sideromancia, Ofiomancia, Estafilomancia, Cleromancia, Petimancia, Licnomancia, Hidatoscopia, Aleuromancia/Alveromancia, Nequiomancia, Tanatomancia, Aruspicina, Extispicina, Hepatoscopia, Piromancia, Capnomancia, Libanomancia, Tefranomancia/ Teframancia, Oinomancia, Critomancia/ Cristomancia, Tiromancia, Antropomancia, Dafnomancia, Botanomancia, Onfalomancia, Mimiomancia, Litomancia, Palomancia, Petromancia, Astragalomancia, Rabdomancia, Kubomancia/ Cubomancia, Geomancia, Electromancia, Onomancia, Aritmancia/ Aritmomancia, Cartomancia, Rabdomancia, Lampodomancia, Partenomancia, Yatromancia, Aquileomancia, Giromancia, Ooscopia, Cartomancia/Sortiaria, Nigromancia, Espodomancia, Armomancia, Cromomancia, Especulasmo, Craneomancia, Gamotricia, Onicomancia, Astromancia/Astrología, Cosquinomancia, Logaritmancia, Pisomancia, Ptarmoscopia, Tarot, Oniromancia ( Onirimancia, Onirocracia, Onirocrisia u Onirocrítica), Lacomancia, Acutomancia/ Acultomancia, Tintomancia, Estolisomancia, Caomancia, Brizomancia, Anemomancia, Esfignomancia, Sicomancia, Glosomancia, Pegomancia, Hipnomancia, Alomancia, Dendromancia, Actinomancia, Cledonismancia, Esplacnomancia, Belomancia, Esciamancia, Hemocritia, Anagramatomancia, Coracomancia, Geneomancia, Bolomancia, Espatulomancia, Causimancia, Enteroscopia, Amniomancia, Aracnomancia, Enomancia, Ornitomancia, Xilomancia, Bibliomancia, Demonomancia, Meteoromancia, Cafedomancia, I Ching, Geloscopia, Genomancia, Dendromancia, Gramatomancia, Alfitomancia, Esticomancia, Heteromancia, Caromancia, Miomancia, Radiestesia, Litobolia, Uromancia, Teomancia, Alectrimancia, Cinomancia, Hemeromancia, Numerología, Queloniomancia, Ictiomancia, Apantomancia, Símbolomancia, Ciromancia, Tedomancia, Estoiqueomancia, Molibdomancia, Grafología( Grafomancia, Grafonomancia), Otonecomancia, Bactromancia, Filomancia, Teratoscopia, Farmacomancia, Cenauromancia, Osteomancia, Clavículomancia, Gemomancia, Talasomancia, Engastrimancia, Hipomancia.

 

Augurios

 

Ornitoscopia, Tripudium, Omen, Genetliaca, Suertes.

 

Conjeturas

 

Fisiognomónica, Quiromancia.

 

Vudú

 

Esta religión popular tiene sus orígenes en el continente africano. Emparentada directamente con los ritos realizados en Nigeria y Dahomey, y en menor grado con los efectuados en Guinea, Senegal, Congo y Angola. El vudú fue llevado a Santo Domingo durante la trata de negros de fines del siglo XVII desde la Costa de los Esclavos; desligado de sus vínculos originales y habiendo desarrollado un carácter propio, el vudú creció en un medio en que los "señores" infligían el bautismo y la catequización, ofreciendo hoy un ritual que reúne, en una misma fe, a Dios, la Virgen, los Santos y a numerosos elementos de la liturgia cristiana con creencias africanas.

La palabra Vudú es una deformación del vocablo Vodúm, que significa Dios, espíritu, objeto sagrado. Es una religión monoteísta, en orden jerárquico universal el Grand Maître o Dios es quien está por encima de todas las cosas; los Loas o espíritus del vudú son los encargados de velar por la humanidad y por el cosmos. El 30 de Noviembre es el día especial en que los haitianos rinden tributo a los muertos; el sonido de los tambores (Macumba) se hace sentir en toda la isla: Es la gran noche de la celebración vudú, y se abren las puertas de los jardines del mal.

 

Dentro de sus prácticas rituales se encuentran:

 

Fetichismo

 

Culto a las serpientes

 

Sacrificios rituales

 

Empleo del trance como medio de comunicación con las deidades

 

Entre las divinidades veneradas, que tienen su equivalente en los santos de la iglesia católica, se destacan Damballah (San Patricio), identificado a la serpiente y su poder mortífero; Erzulle (santa María Virgen); Legba (San Pedro), que vence todos los obstáculos; y Ayida Wedo, la diosa arco iris. Según las leyendas del lugar, la Creación se debió a la unión del Arco Iris con la Serpiente: Cuando el agua llegó a la tierra se alzó el arco iris y la serpiente -padre de las aguas, fuente de la sabiduría espiritual- la tomó por esposa; su amor los unió en una hélice cósmica que abarcó los cielos. De esa unión nació el espíritu que da vida a la sangre; su bendición fue enseñar a los humanos a beber sangre de la serpiente, como un sacramento que les permita asumir su espíritu y aprehender su sabiduría.

Todo en Haití es danza y el tambor es rey y símbolo de este "vaudou haitiano", religión bailada... el baile es un lenguaje y un medio de comunicación y exaltación, se danza principalmente para los dioses y los muertos. En el seno del templo, cuyo nombre específico para el culto es Houmfort, se hallan el pabellón nacional, imágenes de santos católicos, los tambores -de roble, caoba o pino- cubiertos con piel de buey, y las líneas de unos Vevê, símbolos que se trazan en el suelo con cenizas, harina de trigo o maíz.
Hoy forman parte del ritual la recitación del Padre Nuestro y el Ave María; los altares se visten de luto en Semana Santa y los templos se colman de creyentes que rezan a los Loas, a los Santos y a la Trinidad, y en su derredor bailan y cantan en círculo las sirvientas, las hounsis vestidas de blanco, al compás de los tambores sagrados. La ceremonia tiene lugar el sábado por la tarde y dura toda la noche, realizándose alrededor de los vevês; sirviendo de ara una mesa ritual con objetos que van a utilizarse a posteriori. El personaje más importante, el representante principal del culto a los muertos es el "Barón Sámedi", simbolizado por un hombre alto totalmente vestido de negro, un sombrero de copa alta y un redingote; figura sobre la cual se murmuran cientos de siniestras leyendas.

El pueblo haitiano es el pueblo del ceremonial, de la fiesta, de la alianza con la naturaleza y de la fecundidad. Aquí la danza es un medio de exaltación y es por su intermedio por lo que se produce la crisis de posesión; luego viene el sacrificio, donde el animal a inmolarse es sustituto del cabrón sin cuernos: el hombre: Los espíritus "montan a su caballo", es decir, encarnan, luego que el elegido entra en éxtasis sagrado mediante la danza; al producirse la encarnación, la cabalgadura manifiesta todas las características del espíritu que ha tomado carne. Si se trata de Agové, el genio de las aguas, el elegido se sienta en una silla y comienza a remar; si, en cambio, es Damballah, silba y repta como una serpiente. Las posteriores órdenes impartidas por éstos se acatan por todo el mundo sin discusión.
Existen además otras clases de ritual, que son el Bautismo y la Iniciación; aquí la participación es reservada sólo a los iniciados y lo cotidiano deja de estar presente ya que será desplazado por un ritual estricto que convertirá al Vudú en una religión netamente esotérica. El ceremonial en la Iniciación consta de sacrificios, comunión con la sangre de los animales inmolados, aislamiento de los catecúmenos, cantos sagrados, pruebas de fuego y crisis de posesión.

Vaudou es la denominación que se da, en las colonias, a los hechiceros, que también son envenenadores, son los Houngan que se aprovechan de su posición y practican la hechicería para beneficio personal; el aspecto femenino de la religión lo conforman las Mambo, las sacerdotisas del Vudú.

El estado de vigilia, incluso a distancia, podría ser una de las explicaciones válidas de la hechicería vudú; los brujos, al echar mal de ojo sobre una persona, no hacen sino someterla al gran poder de su sugestión hipnótica, llegando a provocarle llagas y otras enfermedades que le pueden llevar a la muerte. Los zombies son también el producto de la práctica hechiceril sugestiva; este ser espectral no es una leyenda, no es un no-muerto ni un difunto vuelto a la vida, sólo es un campesino sugestionado por un Bockor; a veces éste se contenta con sugestionar sólo la mente del individuo, convirtiéndolo en un adaptado: Estos individuos son los eternos tontons-macoute

Para zombificar, el Bockor se valía de un veneno compuesto de ingredientes encontrabais en cualquier sepultura humana, sapos, gusanos, plantas tropicales y principalmente un pez sumamente venenoso; el veneno del pez era con frecuencia fatal, pero en algunos casos sólo lo parecía, provoca parálisis y reduce el metabolismo hasta el punto de que la víctima parece clínicamente muerta. Luego retira de la tumba el "cadáver", lo golpea y droga con una planta conocida como pepino del zombi, el rito termina con el despojo de la voluntad de la víctima.
Todavía hoy es posible encontrar en cualquier aldea o caille perdida, un houngan o hechicero bueno, además de los tradicionales papalois y mamalois, los sacerdotes y sacerdotisas del ritual vudú, que se reúnen periódicamente en el hounfort o casa del misterio... durante la ceremonia, la puerta del hounfort se abre y aparece el houngan acompañado de la manbo y las housi o coro de mujeres; el ritmo de los tambores se precipita y la manbo ejecuta una serie de enérgicos fouttés, saltando en el aire. Los tambores emprenden un rápido staccato, se arrojan al fuego varias hierbas, y si el houngan no domina mentalmente a todos los reunidos, el humo de las drogas se apoderará del más reacio. Cuando la bamboula o ceremonia ha terminado, el houngan les dicta a los asistentes la conducta que tienen que seguir durante los días que median hasta la siguiente fiesta.
La magia negra impera en la religión vudú; el wanga es una acción mortal lanzada contra un enemigo, en muchas oportunidades se utiliza una muñeca negra o un fetiche, ambos objetos son "preparados" de antemano; se dicen conjuros y se recitan oraciones. Este sortilegio puede ser deshecho mediante un hechizo protector o pouin. Entre los maleficios más temibles se encuentra el llamado San Expedito o Mal Negro, se efectúa en un tonnelle, especie de pabellón al aire libre, y frente a la fotografía de la persona a la que se quiere dañar; el rito es muy complejo, y se mezclan oraciones cristianas con fórmulas mágicas africanas. 

La meta de la ceremonia es preparar una poción horrible, cuyos ingredientes son raspaduras de la lengua de una mujer muerta, sangre de ratón, carne de lagarto y otras materias repulsivas; el resultado es que la víctima se verá llena de larvas y gusanos asquerosos, producidos por su propio cuerpo, que la irán devorando lentamente. El pouin deberá ser un contraembrujamiento más poderoso que el wanga.

 

Realmente la magia negra y la hechicería no tienen nada que ver con el vudú; estos ritos niegan de la religión y esto no ocurre en el vudú, es una de las tantas religiones que practican rituales arcanos y se cree en los muertos vivientes o en el robo de las almas.

 

Brujos y Hechiceros

 

La tradición popular reconoce muchas formas de convertirse en brujo o bruja. El brujo de la Edad Media era aliado de Satán y enemigo acérrimo de Dios; evocaba a los muertos y predecía el porvenir, asistía regularmente a las Asambleas Generales, Synagoga de los Aquelarres, presididos por Satán, y que se celebraban en lugares solitarios.

Existen dos modos principales para ingresar en la secta de los brujos: la adjuración y la inscripción. La primera consiste en recitar una fórmula en la que el postulante reniega de Jesucristo; luego, el diablo imprime a los novicios en su cuerpo, preferentemente en el lado izquierdo, con las uñas de la mano izquierda, una señal (stigma diabolicum). 

La diosa Hécate era para los griegos la patrona y protectora de las hechiceras, y era invocada en la preparación de filtros, amuletos y pócimas mágicas. Pero la fe en el poder de brujos y hechiceras es común a todo tipo de civilizaciones. En general, las brujas estaban divididas en dos categorías: Maleficae, que usaban sortilegios, filtros, imágenes de cera, perjudicaban con el mal de ojo y causaban la impotencia, y Strigae, que volaban por el aire, asesinaban a los niños para alimentarse y podían asumir formas variadas; para esto, utilizaban conjuros mágicos. Antiguamente se creía que una bruja era la séptima hija mujer, mientras que el séptimo hijo varón se transformaría en licántropo; también lo era por herencia, de generación en generación.

En general, las brujas viven en casas deshabitadas o cuevas sombrías; salen de noche para aterrorizar y hechizar a los hombres. Penetran en las casas por el ojo de la cerradura o por las grietas, los martes, viernes y sábados vuelan montadas en escobas o transformadas en pájaro yendo a diversos lugares alejados de la tierra; los árabes las llaman efritas; a menudo se las ve desnudas y rodeadas de cuervos. Los brujos podían provocar grandes temporales para dañar la tierra, también dañaban a los hombres, es decir, infectarles enfermedades, causarles impotencia y cambiarles la forma del rostro. 
Conocen además secretos, revelan consejos, predicen acontecimientos futuros y muchos otros prodigios. La hechicera era conocedora de la tragedia de la propia existencia: el pacto que había estipulado con el demonio la ligaba para siempre, y a cambio el mismo le había enseñado el arte de preparar ungüentos mágicos para envenenar o enamorar. Según el demonólogo Bodin, los brujos son culpables de quince crímenes:
Reniegan de Dios.
Blasfeman de Dios.
Adoran al diablo.
Entregan sus hijos al diablo.
Sacrifican los niños al diablo antes de que sean bautizados.
Consagran los niños a Satanás desde el vientre de su madre.
Prometen al diablo atraer a su servicio a todos los que puedan.
Juran en el nombre del diablo y se hacen de ello un honor.
No respetan ninguna ley y cometen incestos.
Matan a las personas, las cuecen y las comen.
Se alimentan de carne humana, y aun de la de los ahorcados.
Hacen morir a las gentes por medio del veneno y de los sortilegios.
Hacen morir al ganado.
Hacen secar los frutos y causan la esterilidad.

Se hacen en todo esclavos del diablo.

 

Según una antigua tradición las brujas tienen poderes superiores por una investidura, en efecto, llevan sobre ellas un signo indeleble que constituía una prenda de fidelidad hacia el demonio; la marca de las brujas o sigillum diaboli (el stigma diabolicum anteriormente citado) representa uno de los elementos más importantes a efectos de identificación de una bruja. Existían dos tipos de signos: uno natural y otro artificial, ambos eran insensibles al dolor y no sangraban si eran pinchados. Las brujas consideraban el signo natural inferior al artificial, porque este último era impreso por el demonio con los dientes o con las garras, se decía, además, que las brujas tenían una tetilla secundaria, bajo la axila izquierda, que empleaban para amamantar a sus familias, criaturas como sapos, gatos o perros, utilizados con fines adivinatorios. La iglesia, en su afán de afianzar el Cristianismo como religión única, combatió el paganismo, promulgó leyes que tachaban de diabólicas todas sus implicaciones, y entre ellas, principalmente la hechicería, que empezó a ser llamada brujería. Las brujas trataban por medio de sacrificios de obtener el poder supremo, estos sacrificios eran diversos y consistían en rituales complejos. Existían cuatro formas de sacrificios:

 

- De la sangre. Ésta servía como tinta en la firma del pacto.

- De animales. Era individual; se mataban perros, gatos, gallinas, etc.

- De un ser humano. Se sacrificaban niños no bautizados o hijos de una bruja.

- Del dios de las brujas. Era quemado un cabrón y sus cenizas eran esparcidas.

 

Desde el siglo XIII al XVIII se desarrolló una implacable persecución contra las brujas. En España, Francia, Italia y Alemania fueron quemadas vivas unas 300.000 personas acusadas; éstas eran sometidas a una Inquisición (averiguación), en la cual se las procesaba, torturaba y quemaba. El poder y la popularidad del Santo Oficio o Tribunal de la Inquisición comenzó en 1484, cuando el Papa Inocencio VIII expidió la bula Summis Desiderantes Affectibus, la cual arrojaba toda la ira de la Inquisición contra la brujería. Finalmente cesó a fines del siglo XVIII, cuando fue quemada la última bruja -1782-. En 1957, un canónigo francés afirmaba que "los dioses paganos, de cualquier género que sean, no son más que variedades del culto a Satanás. Los dioses paganos son demonios. El culto que se les rinde es un culto diabólico".

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