g o r g o n a s

Las Gorgonas eran tres hermanas, hijas del dios del mar Forcis y el monstruo marino Ceto, llamadas también fórcidas. Se llamaban Medusa, Esteno (de ςθενσ = fortaleza) y Euriale (de ευρφς + χαλς = amplio mar), y la única mortal era la primera; eran las hermanas de la Greas (quienes poseían un sólo diente y un sólo ojo para las tres, que usaban alternadamente). Sus manos eran de cobre, sus cabellos, de serpientes, y sus alas de oro; tenían colmillos salientes, al igual que su lengua. Su mirada era capaz de transformar en piedra a todo aquel con quien se cruzasen. 

Residían en un extremo de Occidente, cerca del Océano Atlántico, aunque también se opina que vivían en la laguna Tritónida de Libia, o en las islas Gorgadas (en el Cabo Verde), o bien, en un lugar cercano al Infierno, al norte del Cáucaso (según los cimerianos).

Medusa, la reina de sus hermanas, fue muerta por Perseo, quien le cortó la cabeza (que luego Atenea usó en su escudo), y la utilizó para petrificar a muchos de sus enemigos. Por otra parte, de la garganta de la misma surgió el caballo alado Pegaso y Crisaor, el hombre de la espada de oro, y de su sangre nació la planta marina llamada coral.

Medusa poseía, además, otras partes dotadas de poderes: La comentada sangre, que, además de convertirse en coral y serpientes venenosas, gozaba de propiedades venenosos o curativos, dependiendo de qué vena del cuello fluyese; y también su pelo: un sólo rizo (o serpiente), mostrado a un ejército enemigo, bastaba para ponerlo en fuga.